ENFERMEDAD POR EL VIRUS DE OROPOUCHE (OROV
La fiebre de Oropouche (OROV-CIE-10 A93.0) es una zoonosis producida por el virus Oropouche el cual es un virus de ARN del género Orthobunyavirus perteneciente a la familia Peribunyaviridae.
Es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. Dicho insecto, es la especie más importante de la familia Ceratopogonidae y se distribuye en América del Norte, América Central, Caribe llegando hasta Argentina y Uruguay. Gracias a su amplia distribución geográfica puede sobrevivir y reproducirse en regiones semiurbanas que se encuentran cercanas a las áreas con una alta densidad humana. Su presencia es abundante en los meses cálidos y lluviosos.
La sintomatología de esta enfermedad se asemeja a un síndrome febril agudo similar al dengue que generalmente incluye fiebre, dolor de cabeza, mialgias, artralgia, fotofobia, náuseas y vómitos. En menor medida pueden aparecer síntomas relacionados a hemorragias (petequias, epistaxis y sangrado gingival), meningitis o encefalitis. El inicio de la misma es súbito, con un período de incubación de 4 a 8 días (rango entre 3 y 12 días). De manera ocasional puede presentarse meningitis aséptica. La recuperación suele ocurrir dentro de los 7 días, pero puede suceder que demore 2 a 3 semanas en resolverse la enfermedad.
Durante el período virémico, las personas afectadas pueden ser fuente del virus para Cu. Paraensis durante tres o cuatro días.
El virus Oropouche presenta dos ciclos de transmisión. Uno silvestre en donde los reservorios son vertebrados (primates, perezosos y roedores), con los mosquitos Cx. quinquefasciatus y Ae. serratus y el jején Cu. paraensis, como sus vectores. El segundo ciclo es el ciclo epidémico urbano, en el cual la infección se mantiene principalmente entre el ser humano y el vector Cu. parénesis.
Notificación:
Los casos estudiados para Fiebre de Oropouche constituyen eventos de notificación obligatoria en el marco de la ley 15.465 y la Res.2827/2022.
Todos los casos estudiados por laboratorio para OROV deberán ser notificados al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud con ficha completa (incluyendo clínica, laboratorio y antecedentes epidemiológicos) al grupo de eventos Síndrome Febril Agudo Inespecífico, evento Fiebre de Oropouche, Mayaro y otros arbovirus emergentes.
Desde la puesta en marcha de la vigilancia del evento a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud se han analizado y registrado 835 casos, todos con resultados negativos.
La información sobre la vigilancia de Fiebre de Oropouche se difunde semanalmente a través del Boletín Epidemiológico Nacional.
PREVENCIÓN
Hasta el momento, no se ha confirmado la circulación de OROV en Argentina. Sin embargo, el aumento de la circulación de este virus en la región de las Américas y la presencia del principal vector (el jején Culicoides paraensis) en algunas provincias del país plantean la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de casos.
Si bien la transmisión a seres humanos está asociada principalmente a Culicoides paraensis, también existen especies de mosquitos con capacidad de transmitir esta enfermedad. En ambos casos, la oviposición se realiza en ambientes naturales asociados a anegaciones temporales. Por este motivo, las medidas de prevención implican buenas prácticas socio-ambientales, instalación de métodos de barrera en las viviendas y medidas de protección personal contra las picaduras de jejenes y mosquitos:
- Fomentar buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo.
- Rellenar o drenar las colecciones de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras.
- Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los mosquitos y los jejenes.
- Protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, de esta manera también se previenen otras arbovirosis.
- Uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo.
- Uso de repelentes que contienen DEET, IR3535 o icaridina, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su uso debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
- En el caso de personas con mayor riesgo de picadura como trabajadores forestales, agrícolas etc. Se recomienda el uso de prendas que cubran las partes expuestas del cuerpo, así como el uso de los repelentes previamente mencionados.
Farm. Karina Perrotta
Coordinadora de Biblioteca y CIMF